La puerta de l’Almoina, llamada así por estar junto a la ya
desaparecida casa de l’Almoina (la limosna), es el acceso más antiguo a la
catedral de Valencia. También conocida como Puerta del Palau por dar al palacio
arzobispal. Es de estilo románico, claramente diferenciado del resto de la
catedral, que es principalmente gótico.
Su construcción se sitúa inmediatamente después de la conquista
del Reino de Valencia de 1238, entre 1240 y 1270 según los diferentes autores.
El hecho de que esté encarada al este, mirando hacia la Meca, sugiere que allí
mismo se encontraba el mihrab de la antigua mezquita.
Su estilo románico con influencia mudéjar es de tipo leridano. De
hecho, por su similitud a la puerta dels Fillols de la Catedral de Lérida,
hecha hacia el 1220, algunos ven la mano de algún maestro leridano en su
construcción. Tal es la vinculación de esta puerta con Lérida que, por encima
de la arcada hay esculpidos en piedra las cabezas de siete matrimonios
leridanos que, según la tradición, representarían los repobladores
fundacionales de la nueva ciudad cristiana, que vinieron a Valencia acompañados
de trescientas doncellas leridanas con el fin de casarlas con los soldados que
habían luchado en el lado de Jaime I.
La puerta de l'Almoina forma un cuerpo saliente con respecto al
muro de la catedral, con un arco abocinado con
seis arquivoltas de medio punto concéntricas y en degradación (de más
a menos grande), que se apoyan sobre finas columnas con capiteles,
magníficamente decorados con escenas del Génesis en la parte
izquierda, y del Éxodo en la derecha.
La decoración de las arquivoltas consiste en motivos vegetales y
geométricos, con molturación variada: puntas de diamante, figuras
de serafines, festones lobulados y delicados
follajes, santos en pequeñas hornacinas y molduras en
zigzag. En la línea de impostas hay una cenefa con repertorio de
animales fantásticos. Rematando el conjunto y en la parte superior catorce canecillos con
las cabezas de las siete parejas antes citadas sostienen el voladizo.
Sobre la puerta se puede observar un ventanal gótico y otro a su
derecha, que habían estado ocultos hasta la última restauración de la catedral.
Al entrar a la catedral por la puerta de l'Almoina, a mano izquierda,
encontramos la tumba del ilustre Ausiàs March. Se trata de una lápida
colocada en 1950 por la asociación lo Rat Penat y
el Ayuntamiento de Valencia en reconocimiento de este poeta que está
enterrado en algún lugar de la catedral (no se sabe con certeza dónde) con una
inscripción de uno de sus poemas, que dice: Yo soc aquest qui en la mort delit
prenc, puix que no tolc la causa perquè em ve (Yo soy este quien disfruto
de la muerte, porque no rehuyo la causa por la que me viene).
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